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mono de Dios

Cuerda invisible

oculta a los pies

cruza el abismo

¿una señal?

¿una palabra?

de los que ya marcharon

¿Dónde está ese camino?

mono de Dios.

*

«Lámparas de fuego» («Llànties de foc», en la V.O.) es un retrato indagador sobre la obra y vida del orientalista, filólogo, místico y poeta mallorquín Joan Mascaró i Fornés, considerado el más prestigioso traductor de algunos de los más importantes textos sagrados de la India en sánscrito a la lengua inglesa, tales como la «Bhagavad Gita», los «Dhammapada» y los «Upanishads». Bajo el lema de la unidad en la diversidad, Mascaró defendió con insistencia la necesidad de establecer un puente de diálogo entre civilizaciones. Sus ideas siguen vigentes en un mundo en conflicto y son cruciales para comprender la constante mirada occidental sobre la espiritualidad oriental en la búsqueda de la realización del individuo».

 

“En la segunda mitad del franquismo, ser madre soltera era un estigma que pocas mujeres podían soportar. Pero algunas de aquellas mujeres querían quedarse el hijo y se los tomaron por la fuerza. Entidades de adopción, instituciones religiosas y médicos hacían posible el sueño de muchos matrimonios estériles de poder adoptar un niño a cambio de ignorar la voluntad de la madre biológica. La moral del nacionalcatolicismo los hacía pensar que estaban haciendo una obra de caridad. Pero la caridad era la cara amable del negocio. Algunos médicos comunicaron a los padres que su hijo había muerto en el parto, incluso les llegaron a enseñar un cadáver congelado. Pero la defunción de aquel niño no consta ni en los registros, ni en los libros de los cementerios ¿Dónde ha ido a parar aquel bebé? ¿Cayó en las redes de adopción?”

Quizás lo que más sorprenda de este fenomenal trabajo de investigación periodística, es constatar como la levadura moral que permitió argumentar y justificar esta barbarie, no solo no se haya investigado en nuestros días, como así lo están demandando muchos afectados, si no, constatar cómo esta levadura moral sigue viva en nuestra sociedad y vuelve a florecer cuando se dan las condiciones adecuadas.

Documental: ¡Devolvedme a mi hijo!

2 La Monarquía es un sistema más moderno

La República es un sistema más natural; es decir, es más elemental, más retrasada. Toda la civilización es una resta a lo natural. Todo lo que es más natural es más inferior. El reparto comunal de los bienes es más natural que la propiedad. Toda la civilización —los Reyes, la propiedad, el contrato matrimonial— implica un elemento de modernidad y es complicación y artificialismo, sobrepuestos, como freno y límite, a esas naturalidades. Como son también añadiduras a lo natural la educación, los modales o la corbata. Y precisamente por la elaboración y decantación a través de los siglos que conlleva una Monarquía, hay que entender que no está en la mano de cualquier pueblo tener una Monarquía, pero sí lo está el tener una República. Una revolución se hace en 24 horas; una Monarquía resulta de la decantación de los siglos.

Cinco razones por las que la Monarquía es un sistema mejor ABC

Pilar Manjón:

«Estaríamos encantados de que hubiera sido ETA y de que el explosivo hubiera sido titadine, […] sin que se nos diga que vendemos a nuestros muertos por un partido o por el sindicato o si hemos engordado con el dinero de la sangre de los nuestros», ha dicho denunciando la politización de la tragedia que ha servido para dividir a las víctimas. En concreto, Manjón ha señalado al diario El Mundo: «no respeta a las víctimas, simplemente vende más diarios».

También ha criticado la actuación del Fiscal General del Estado, Eduardo Torres-Dulce, que ha ordenado investigar los restos de un tren  del 11-M a pesar de la negativa del Tribunal Supremo. «Su decisión de investigar lo profusamente investigado emana de unos conspiranoicos mediáticos», ha afirmado la presidenta de la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo, subrayando que todos los crímenes ya han sido juzgados con todas las garantías procesales. «Enhorabuena, señor fiscal, hará carrera, pero lamentamos que se haya perdido tan buen crítico para los Goya. Gente como usted conseguirá que algún día dejemos de creer en la Justicia», ha sentenciado.

Comentarista ciudadano a la noticia en El Mundo:

Que esa pobre mujer está bastante mal sicológicamente, o que ‘está pallá’ como dices, es evidente desde el primer día, y me temo que lógico considerando el trauma que ha sufrido. Que hay toda una caterva de impresentables a su alrededor que la utilizan y la teledirigen, dadas las evidentes pocas luces que tiene la señora, también es evidente. Hablo de radicales de izquierda del P$O€, IU, actores y titiriteros subvencionados, y todo tipo de otra fauna anti sistema que han crecido como los hongos bajo el Zapaterato, y lo peor, de otro grupo relacionado con el P$O€ que no tiene ningún interés en que se sepa ni se investigue nada el papel que jugaron el 11M. El principal de ellos se llama Rubalseacaba. Zapatero era y es tan inútil que probablemente ni se enteró de nada.

Editorial. El Mundo, 12 de marzo de 2012.

“Manjón ha optado por el activismo político, demostrando que le puede más el odio a quienes no comparten sus ideas que el dolor por la muerte de su hijo”.

Humanismo cristiano

“Cuanto más saciados estén los hombres, cuantos más telégrafos, teléfonos, libros, periódicos y revistas haya, más medios habrá para difundir las mentiras contradictorias entre sí y más desunidos estarán los hombres -y por ello más desgraciados serán-“ Lev Tolstói

Objetivo conseguido: El PP rechaza suprimir el humanismo cristiano

Hace pocos días una conocida Web se felicitaba así de su “triunfo”.

Lev Tolstói durante más de 400 páginas razona en su libro: El Reino de Dios está en vosotros. La terrible hipocresía de unas sociedades que se autodefinen cristianas, pero que contradicen todos sus principios más elementales y que usan toda su fe para legitimar un estado de guerra permanente, de atroz injusticia. Legitimar el sufrimiento ajeno, como algo inherente a la condición humana, como algo que se tiene que soportar y acatar en aras del bien común. Asegurar el orden establecido para interés y disfrute de unos pocos: esa es la función del cristianismo estatal, según Tolstói.

“Te aseguran que para que no se perturbe este orden –un orden que está en perpetuo cambio y que fue establecido ayer por unos cuantos hombres en algún rincón del mundo- debes torturar, causar sufrimiento y asesinar a tus semejantes, pero esto destruye el orden del universo, eterno e inmutable, establecido por Dios y por la razón. ¿Acaso esto es posible?”

Es verdad que la “modernidad” ha sacrificado el esfuerzo, razonado, en pos de la inmediatez, de la imagen, de la píldora, del título, de la marca, del logo. Solo se consume y triunfa aquello que puede ser aprehendido en un instante. La consigna, el pasquín, que trasmitían una información con múltiples referencias al iniciado: devienen la realidad última, se enaltece el vacío, el significado hueco, la superficie. Se sacrifica la raíz y la hondura, se olvida el deber del esfuerzo razonado para cada individuo en pos de “alcanzar su humanidad”.

Nuestra globalización: el mercado absoluto, la mercantilización como religión, es quizás de todos los monstruos creados por el hombre, el  Frankenstein más horrendo, más bárbaro, salido de la mente humana. En su altar son sacrificados cada día por millones, humanos, animales, plantas, vida (la Madre Tierra): todos son inmolados en la quimera del crecimiento perpetuo. Su voz llega a todos los rincones, para justificarse y criticar cualquier desvío a su ortodoxia dominante. En su soberbia de dios humano, desafía a quien le dio la vida, olvidando que es un dios con los pies de barro. Pero la cólera de los Dioses, avanza a pasos agigantados, y promete destruir a este nuevo Prometeo y expulsarlo del Paraíso.

Solo si somos capaces de realizar el esfuerzo de volver sobre nuestros pasos, sobre nuestra historia, quizás : podamos salvarnos de la barbarie.

Y el modelo parasitario Chino:

¿Hasta cuándo?

16/01/2012

Pascual Serrano/Mundo Obrero

El tiempo y las dificultades van produciendo bajas y supervivientes, fracasados y triunfadores. ¿Cómo se decide quién pertenecerá a cada grupo? Darwin estableció que en la naturaleza sobrevivían los más fuertes. Pero esos fuertes no necesariamente son los más honorables, más generosos y más solidarios. Quizás eso no deba preocuparnos si se trata de gacelas, insectos o granos de trigo, pero sí si la cuestión es sobre personas. Pero entre los seres humanos, debido a nuestro entorno social, el éxito y la supervivencia no depende de las condiciones físicas: un niño senegalés saludable tiene menos esperanza de vida que un niño estadounidense blanco diabético. Por otro lado, los comportamientos, las motivaciones y las prioridades que cada individuo aplique a lo largo de su vida, definirán, en parte, su éxito y su supervivencia. La siguiente pregunta es ¿terminan teniendo más éxito los solidarios, los generosos, en una palabra, las buenas personas o, por el contrario, son los ambiciosos, egoístas, los sin escrúpulos, los que terminan medrando y sobreviviendo en mejores circunstancias? En su obra Los hundidos y los salvados, Primo Levi se angustiaba pensando en quiénes habían sobrevivido a los campos de concentración nazis y quiénes habían perdido la vida. “Los ‘salvados’ de Auschwitz no eran los mejores, los predestinados al bien, los portadores de un mensaje; cuanto yo había visto y vivido me demostraba precisamente lo contrario. Preferentemente sobrevivían los peores, los egoístas, los violentos, los insensibles, los colaboradores de ‘la zona gris’, los espías”. Termina diciendo: “Sobrevivían los peores, es decir, los más aptos; los mejores han muerto todos”. Esa era la tragedia que Primo Levi no pudo soportar: que, en aquel entorno social, los “aptos” eran los peores.

¿Y hoy, en el siglo XXI, fuera de un campo de concentración? Vale la pena que pensemos quiénes son los “aptos”. Para explicar el éxito de sus negocios, John D. Rockefeller solía decir que ‘la naturaleza’ recompensa a los más aptos y castiga a los inútiles. Como si fuera ‘la naturaleza’ la que decidiera quién morirá en un bombardeo de la OTAN, quién logrará millones de beneficios en la subasta de bonos de deuda pública europea, quién morirá por no disponer de medicinas para una diarrea y quién será desahuciado por no pagar la hipoteca de su vivienda. Dice Eduardo Galeano en Patas arriba. La escuela del mundo al revés que “la aptitud más útil para abrirse paso y sobrevivir, el killing instinct, el instinto asesino, es virtud humana cuando sirve para que las empresas grandes hagan la digestión de las empresas chicas y para que los países fuertes devoren a a los países débiles […]. Son dignos de impunidad y felicitación quienes matan la mayor cantidad de gente en el menor tiempo, quienes ganan la mayor cantidad de dinero con el menor trabajo y quienes exterminan la mayor cantidad de naturaleza al menos costo”. Por eso la prensa mundial se refería a Steve Jobs como “ejemplar”, “extraordinario”, “inspirador”, “magnífico” o “un hombre que quiso dar amor en su dedicación a satisfacer a las masas”, “pionero”, digno de “admiración”, “respeto” y “agradecimiento”, “fuente de inspiración para los emprendedores españoles”, “un gran creador de puestos de trabajo”, mientras su fortuna de 8.500 millones de dólares, como recuerda Vicenç Navarro, se basó en la explotación de otros seres humanos (Público, 15-12-2011).

Mientras tanto, pensemos en el futuro que el capitalismo reserva al solidario, al que dedica su tiempo y talento a mejorar al mundo, a quien reniega de la obsesión por el dinero y el lucro para pensar en los seres humanos y en la justicia. Este es el mundo que el capitalismo nos ha creado: un campo de concentración como el de Primo Levi.

www.pascualserrano.net